Historias cortas de ficción
Las historias cortas de ficción son narraciones que hacen de la realidad algo fantástico. En estos relatos el autor puede basarse en cualquier evento cotidiano y, agregándole elementos fantasiosos, convertir dicho relato en un mundo completamente distinto al real.
El autor es libre de hacernos creer si esa realidad plasmada en su escrito es cierta o no y gracias a este tipo de relatos es que autores como Julio Cortázar o Jorge Luis Borges nos han hecho estremecer y sorprender con sus historias.
El pacto ficcional
El pacto ficcional es acuerdo inamovible e incorruptible entre el autor y el lector a través del cual este último aparta todo juicio ante la historia corta de ficción y la toma como verdad. Así es como tiene lugar la libre expresión de las reglas propias del mundo que ha sido creado por el autor. Este pacto permite que el lector se sumerja en el argumento de la historia, omitiendo lo ficticia que pueda ser, y entrando en una verdadera reflexión sobre la intensión del autor en su obra. Es por este pacto que al leer historias como La noche boca arriba o La casa de Asterión no tiramos el escrito a un lado por creer que es irreal.
La ficción y la empatía
Un estudio realizado por investigadores del New School for Social Research (NSSR) de Nueva York y que ha sido publicado en Science dice que leer novelas de ficción incrementa la empatía en el lector, toda vez que este es capaz de ponerse en la situación de los personajes. Este efecto se da gracias a que las historias de ficción permiten entender al mundo desde perspectivas diferentes y lograr identificarse con los personajes, lo cual genera el desarrollo de habilidades sociales.
Primer obra de ficción
Existe una controversia entre los expertos en literatura al definir cuál fue la primer obra de ficción en este campo. Unos dicen que desde la mitología griega ya se definían rasgos de este tipo de literatura, otros dicen que desde 1516 se tienen registros de obras de ficción claros. Lo cierto es que para la mayoría de expertos, la primer obra que cumple con las características, tal y como hoy se entienden, de literatura de ficción es Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley en el año 1818.