Poemas
Los poemas son creaciones literarias escritas en verso o en prosa que expresan de manera armónica los sentimientos del autor. Los poemas pueden ser inspirados por un sinnúmero de situaciones o personas, pueden expresar amor, tristeza, odio, dolor o pueden contener piezas de patriotismo en ellos. Autores como Pablo Neruda, José Martí, Mario Benedetti o Jaime Sabines, han llenado la historia con sus poemas cargados de sentimientos, de amor y dolor.
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Diferencia entre poemas en verso y poemas en prosa
La prosa se escribe de forma natural, sin reglas y con mayor libertad a la improvisación mientras que el verso exige cumplir ciertas medidas y cadencia. En la prosa no es necesaria la rima diferencia del verso en donde la rima es la vida del poema. En la prosa no hay métrica, en cambio en los versos se toma en cuenta la cantidad de sílabas de cada frase, entonces se entiende que son de arte menor, entre dos y ocho sílabas, y de arte mayor, a partir de las nueve sílabas.
Poemas cortos: el poder de lo conciso
La fortaleza de los poemas cortos son su brevedad y su rapidez de conectar con los sentimientos del lector. Estos micropoemas, a veces de solo unos pocos versos, capturan la esencia de la emoción o el pensamiento del poeta en pocas palabras. La habilidad de los poetas para destilar complejas ideas en unas pocas palabras hace que estos poemas sean impactantes y accesibles.
Los poemas en la antigüedad
Se tiene conocimiento de que los poemas más viejos de la historia datan del año 2300 a.C y fue escrito por la Suma Sacerdotisa de Mesopotamia. En sus poemas se tratan temas sobre la educación femenina en Mesopotamia y descripciones sobre las diosas de dicha cultura, enmarcando el papel de la mujer en la sociedad.
Sonetos
Los sonetos son estructuras poéticas de mayor complejidad en donde se maneja una estructura más rígida en cuanto a su composición. Regularmente los sonetos se componen por catorce versos de arte mayor, endecasílabos.
Los versos se ordenan en cuatro estrofas: dos cuartetos (estrofas de cuatro versos) y dos tercetos (estrofas de tres versos). La distribución del contenido del soneto no es estricta, pero se puede decir que el primer cuarteto presenta el tema del soneto, y que el segundo lo desarrolla. El primer terceto analiza sobre la idea central, o expresa alguna emoción vinculada con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más sentimental, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores. Ejemplos de sonetos son los de Francisco de Quevedo.