Alejandro Becerra
Mi hermosa enemiga
Como un golpe en la sien, fulminante y mortal,
un sismo cargado de sentimiento corrosivo,
a su paso, me deja un daño colosal,
como balas de cañón dándole al objetivo.
Me ataca el alma sin tener un motivo aparente,
desestabilizando la razón sin permiso alguno.
Es un Enemigo invisible, ágil y recurrente,
compañero fiel de mi lado más oscuro.
Y a pesar de esta guerra infinita y letal,
saco fuerzas del interior para seguir luchando;
conquisto mis terrenos de manera magistral
y voy, poco a poco, a mi corazón curando.
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