Retrato Pablo Neruda - Historias Cortas

Pablo Neruda

Oración


Carne doliente y machacada,
raudal de llanto sobre cada
noche de jergón malsano;
en esta hora yo quisiera
ver encantarse mis quimeras
a flor de labio, pecho y mano,
para que desciendan ellas
—las puras y únicas estrellas
de los jardines de mi amor—
en caravanas impolutas
sobre las almas de las putas
de estas ciudades del dolor.

Mal del amor, sensual laceria;
campana negra de miseria;
rosas del lecho de arrabal,
abierto al mal como un camino
por donde va el placer y el vino
desde la gloria al hospital.

En esta hora en que las lilas
sacuden sus hojas tranquilas
para botar el polvo impuro
vuela mi espíritu intocado,
traspasa el huerto y el vallado,
abre la puerta, salta el muro;

y va enredando en su camino
el mal dolor, el agrio sino
y desnudando la raigambre
de las mujeres que lucharon
y que cayeron
y pecaron
y murieron
bajo los látigos del hambre.

No sólo es seda lo que escribo,
que el verso hito sea vivo
como recuerdo en tierra ajena
para alumbrar la mala suerte
de los que van hacia la muerte
coligo la sangre por las venas.

De los que van desde la vida
rotas las manos doloridas
en todas las zarzas ajenas;
de los que en estas lloras quietas
no tienen madres ni poetas
para la pena.

Porque la frente en esta hora
se dobla y la mirada llora
saltando dolores y muros
en esta hora en que las lilas
sacuden sus hojas tranquilas
para botar el polvo impuro.



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