Quiero robarte lo inalcanzable
Quiero ir y venir, quiero pasar por todo, quiero ir por tu oscuridad y sentirte de otro modo. Quiero robarte lo inalcanzable
Quiero ir y venir, quiero pasar por todo, quiero ir por tu oscuridad y sentirte de otro modo. Quiero robarte lo inalcanzable
Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura. No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos;
Pablo César Ledesma Cepeda Perdido en la soledad Perdido en la soledad, el susurro del viento,deshace el sentimiento,que tenía en mi humanidad. Esta calamidad, de no saber qué siento, a mí me deja envuelto en la pura crueldad. El eco se desvaneceen esta noche fría y este silencio crece como melancolía y aunque después me … Leer más
Mario Benedetti Las soledades de Babel La soledad es nuestra propiedad más privadaviejo rito de fuegos malabaresen ella nos movemos e inventamos paredescon espejos de los que siempre huimos la soledad es tiempo / veloz o detenido /reflexiones de noria / espirales de humo /con amores in vitro / desamores in pectore /y repaso metódico … Leer más
José Martí A Néstor Ponce de León N. Y., 21 de octubre de 1889 A mi señor Néstor Ponce de León: Viene a decirme Capriles Que alguien dijo en Broadway Que en mi discurso exclamé: «¡Los anexionistas viles!» ¡Bien, y con mucha razón Me mandó usted el recado De tenerme preparado El espinudo bastón! Miente … Leer más
Sumida entre la lóbrega cantera
de mi cerebro calcinado, pura
como el diamante en el carbón, fulgura
su faz como la vi por vez primera.
En líbico marfil tallas tu sueño
de amor, la ninfa de tu ser exalta,
y entre labios de olímpico diseño
flores de perla tu buril esmalta.
Sufres; el bloque de mirar risueño
donde la fiebre de la vida falta
yace inmóvil: la sangre de tu dueño
bajo las curvas gélidas no salta.
Si en tus recuerdos ves algún día
entre la niebla de lo pasado
surgir la triste memoria mía
medio borrada ya por los años,
piensa que fuiste siempre mi anhelo
y si el recuerdo de amor tan santo
mueve tu pecho, nubla tu cielo, llena de lágrimas tus ojos garzos;
Las cosas viejas, tristes, desteñidas,
sin voz y sin color, saben secretos
de las épocas muertas, de las vidas
que ya nadie conserva en la memoria,
y a veces a los hombres, cuando inquietos
las miran y las palpan, con extrañas
voces de agonizante dicen, paso,
casi al oído, alguna rara historia
que tiene oscuridad de telarañas,
son de laúd, y suavidad de raso.
Zampuzado en un banasto
Me tiene su Majestad,
En un callejón Noruega
Aprendiendo a gavilán.
Graduado de tinieblas
Pienso que me sacarán
Para ser noche de Invierno,
O en culto algún Madrigal.