Augusto Monterroso
Nube
Augusto Monterroso Nube La nube de verano es pasajera, así como las grandes pasiones son nubes de verano, o de invierno, según el caso.
La oveja negra
Augusto Monterroso La oveja negra En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las … Leer más
El grillo maestro
Augusto Monterroso El grillo maestro Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba que la … Leer más
La mosca que soñaba que era un águila
Augusto Monterroso La mosca que soñaba que era un águila Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes. En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de … Leer más
La Fe y las montañas
Augusto Monterroso La Fe y las montañas Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de … Leer más
El rayo que cayó dos veces en el mismo sitio
Augusto Monterroso El rayo que cayó dos veces en el mismo sitio Hubo una vez un Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio; pero encontró que ya la primera había hecho suficiente daño, que ya no era necesario, y se deprimió mucho.
El paraíso imperfecto
Augusto Monterroso El paraíso imperfecto ‑Es cierto -dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno-; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.