Retrato Edinson Corcino

Edinson Corcino

Ensayo sobre pensamiento público:

¿Qué relación hay entre los estados ideal, universal y concreto?



El concepto de Estado ideal no es nuevo. Este término fue creado por Platón, quien asociaba las virtudes con un Estado ideal, en donde la justicia sería el valor supremo entre Estado y sociedad (Ulrike, 2009).[1] Pero  este ideal estaría conformado por tres clases a saber: la artesana cuyo valor sería la templanza; los soldados cuya virtud sería el valor (fortaleza) y la sabiduría que sería la virtud propia de los gobernantes, estas tres clases conformarían en su conjunto el Estado ideal.

Pero esta la virtud de los gobernantes no podría darse por sí sola, por el mero hecho de ser gobernante. El gobernante debía ser al mismo tiempo filósofo.  Una tarea muy compleja, al igual que la actividad de gobernar, cosa que no debía ser nada fácil, puesto que la sabiduría no se da por sí sola, requiere años de preparación y reflexión.

De esta manera, la sabiduría y la filosofía estructuran los valores a elevar los pensamientos  de los dirigentes, cuya formación se logra solamente mediante la educación del hombre como tal y como ser integral desde su máxima expresión y naturaleza humana.

El ser humano, debe elevar al máximo su yo interior, su intelecto y su espíritu, para alcanzar el valor supremo de gobernar, pero gobernar con sabiduría, la cual es el único medio o camino para alcanzar la justicia dentro de una sociedad. Si bien este era la concepción de Estado ideal de Platón, esta concepción no dista mucho de la realidad actual. Ideal que no pasaría por alto para muchas personas: el de un Estado verdaderamente democrático y justo con el que sueñan muchas personas.

Ideal que debe construirse desde los cimientos de todo hombre como es la formación y la educación propia del hombre moderno. Educación que debe ser en valores éticos y principios morales para que el hombre desde su más temprana edad comprenda el valor de la justicia y construya desde su yo interior este ideal para cuando crezca se refleje en toda sus dimensiones y pueda gobernar con autoridad no solamente su yo interior, sino también a la sociedad en la que se desarrolla.

Ya que si retomamos el concepto de ética, encontraremos que ésta actúa como norma fundamental del individuo dentro de la sociedad, la cual es transversal al Estado ideal, al Estado universal y al Estado concreto.

Estos tres estados son los que en su conjunto deberían gobernar a la sociedad, siendo necesario que la sociedad si fije una meta concreta para alcanzar el Estado ideal, en donde la democracia sea una realidad universal y no específica.

Recordemos que el ideal máximo de Platón sería la justicia como valor supremo, (Aranguren)[2] que se lograría mediante la ética y moral de sus gobernantes, artesanos y soldados, quienes desempeñarían diferentes roles dentro de un mismo Estado para alcanzar dicho ideal. (DRI, 2012)[3]

El gobernante debía prepararse para gobernar, el soldado para luchar con valor y para defender su Estado y el artesano, trabajar con templanza para proveer lo necesario como bienes en común.

Estos tres permitirían que la justicia se reflejara en su modo de vida, dando a cada uno lo que le corresponde y creando de esta manera un Estado para todos.  En la sociedad contemporánea, precisamente la falta de un Estado ideal no nos permite concretar nuestras ideas para que sean compartidas de manera universal.

El pensamiento sesga a los jóvenes y tal como lo señalaba Aranguren (1996)[4] citando a Díaz,[5] los jóvenes tienen miedo a pensar. Pero no solo los jóvenes, sino la sociedad en general, la cual no se construye bajo un ideal, sino bajo normas que podríamos llamar vanidosas y que no nos permiten identificar a donde nos conducen nuestros gobernantes.

Por esta razón y por vivir muy aprisa, sin un ideal, una meta, la justicia como valor supremo no ha sido alcanzada, es una utopía, un paradigma difícil de alcanzar.  La conquista de la ciencia con sus grandes avances científicos nos sorprende a diario, cada vez encontramos mejores y mayores respuestas: las telecomunicaciones, la salud, la belleza, son ideales alcanzados por la ciencia, cuyo fundamento es la acumulación de capital.

Pero pese a este ideal científico, universal y concreto, el  ideal más antiguo de la humanidad aun no ha sido alcanzado:  la justicia como valor supremo del hombre dada su propia naturaleza humana. Ésta en comparación a los avances se quedó en pañales. Todo porque el ideal social está en la acumulación de riquezas, de productos, de belleza, de poder, de vanidades a los que filósofos como Platón supieron alejarse desde un principio.

El ideal de Estado y de la democracia desde su máxima expresión fundamentada sobre la justicia sigue latente, esperando por nosotros, por una sociedad más justa, más centrada, más organizada, menos vanidosa.

Por una sociedad que sueñe y exija a sus gobernantes justicia desde todos los ámbitos. Justicia social, justicia económica, justicia cultural, justicia penal y justicia política.

Una justicia que sea el común denominador de un Estado en la práctica de la eticidad, en la fijación de valores y la consecución de los mismos. Una justicia que de equidad, igualdad de derechos y valores. (Devés, 2004)[6]

Hasta ahora nos quedamos cortos en la representación de un Estado ideal, en su concretización y su universalidad.  Será que seguiremos en esta tónica, siempre a la espera de oportunidades, ya que no somos creadores de oportunidades, solo oportunistas, esperando que alcanzar o que se nos presenta en el camino, ya que dejamos que los demás construyan nuestro camino y el de nuestra sociedad. Política, economía y ciencia van de la mano, pero dónde queda entonces la justicia? Esta es un valor o un simple ideal difícil o imposible de alcanzar. Una mera utopía. Será que la ciencia puede conquistar y avanzar a pasos agigantados, mientras que la justicia cojea y camina lentamente, ya que tanto a los políticos como a la sociedad misma nos estorba. Es este un ideal? Dónde queda la educación y formación en valores o seguiremos educando y formando en ciencia y tecnología, alejados de todo principio moral o postura ética?

Tenemos un gran reto por alcanzar y por construir, mientras que la economía se globaliza; la justicia, la ética y la moral se desintegran y se alejan cada vez más del hombre como ser humano.  Será necesario volver a pensar, a soñar, a idealizar un mundo mejor, una nueva conquista de derechos humanos que no sean una teoría, sino que sean una realidad verdadera y no un privilegio de unos cuantos. La justicia verdadera, cimentada sobre valores éticos y morales como legado nuestro a las futuras generaciones, tenemos que volver a pensar, a unir nuestras ideas.





  1. BRUCHMÜLLER, Ulrike. La posibilidad del Estado ideal de Platón en la República y en las Leyes. Una alternativa a la interpretación de André Laks de la filosofía política de Platón. Universidad Nacional Autónoma de México. Noviembre de 2009.
  2. DIAZ, Elías. Aranguren: Etica contra Política. Revista Internacional de Pensamiento Político. Editorial Fontamara. Madrid, 2006. Págs. 142.
  3. DRI, Rubén. La filosofía del Estado ético. La concepción hegeliana del Estado. Universidad de Buenos Aires. Argentina, 2012. Págs. 213-245. Disponible en Línea: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/moderna/cap8.pdf
  4. LÓPEZ ARANGUREN, José Luis. Ética y Política. Biblioteca Nueva. España, 1996.
  5. DIAZ, Elías. Aranguren: Ética contra Política. Revista Internacional de Pensamiento Político. Editorial Fontamara. Madrid, 2006. Págs. 142.
  6. DEVÉS VALDÉS, Eduardo. El pensamiento latinoamericano en el siglo XX. Entre la modernización y la identidad. Tomo III. Editorial Biblos. Buenos Aires, 2004. Págs. 66.


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1 comentario en «ENSAYO SOBRE PENSAMIENTO PÚBLICO: ¿Qué relación hay entre los estados ideal, universal y concreto?»

  1. Que buen artículo. Definitivamante, para que haya un estado ideal, se necesitan ciudadanos ejemplares y para que esto suceda, es absolutamente necesario que desde el hogar les enseñemos a nuestros hijos un proyecto de vida, que tengan objetivos y metas claras, de esta manera serían unos individuos que sirvan a la sociedad. Formando así una cultura de paz.

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