Retrato Aleksandr Afanásiev

Aleksandr Afanásiev

Potanka


Una mujer preparó levadura sin pedir que Dios la bendijera. Llegó corriendo el diablo Potanka y se metió en la levadura. Más tarde, la mujer se acordó de que no había pedido la bendición, regresó y bendijo la levadura. Así, Potanka no pudo ya salir de la tinaja.

La mujer coló la levadura y tiró los desechos a la calle. Potanka se quedó allí enredado. Los cerdos lo empujaron de un lado para el otro, pero él no fue capaz de soltarse. Solo al cabo de tres días pudo despegarse de aquello y escapar. Llegó jadeando a donde estaban sus compañeros y estos le preguntaron:

—Pero, ¿dónde has estado?

—¡Maldita sea esa mujer! -dijo-. Ha hecho levadura sin santiguarse. Llegué y me metí dentro. Y, de repente, viene y me persigna. A duras penas logré escapar, y solo al cabo de tres días. Los cerdos me estuvieron empujando de un lado para otro, y yo no podía soltarme. De aquí en adelante, jamás en la vida volveré a meterme dentro de la levadura de la mujer.


Fotografía por: Klaus Nielsen



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