Pablo César Ledesma Cepeda
La vi llegar
El tiempo se detuvo,
sentí su voz en lo lejano,
su olor, mi ser retuvo,
dejando mis latidos llanos.
La vi llegar.
Era feliz, muy feliz.
Ella y su increíble brillar
y yo, un pobre infeliz.
Orgulloso de sí mismo,
él a su lado estaba.
Actuando con gran cinismo,
él con ella se quedaba.
¿A quién debo juzgar?
¿A él por cómo actuaba,
o a mí por jugar
con el amor que ella me daba?
Fui una pieza de mil pedazos,
que se desvanecía con el viento,
un caminante sin sus pasos,
un poeta sin sentimiento.
Cómo ansiaba verla,
tenerla entre mis brazos,
a aquella hermosa perla
que perdí con otros lazos.
Ahora sufro por mi culpa,
mientras su mirada está lejana,
tan lejana como la disculpa
que no recibí aquella mañana.
Soy esclavo de mi decisión
por buscar lo que no perdí.
Ella ya no es de mi posesión
ni todo lo que con su amor viví.
¡Te amo, amor mío!
Pero culpa latente soy
por tener a otro amor vivo.
Te traicioné, te diste cuenta,
ahora solo, en el camino voy.
Leído 426 veces