Melissa Rosero Rodríguez

Saber y entender

Ya sé que te alejas
que de mí sólo te llevas un retazo de recuerdo
y entre las cosas que dejas,
queda mi ser, sin un sentido cuerdo.

Ya sé que a mí no vuelves
que aspiras a algo más
y que lo que te di lo disuelves
junto con este amor que negarás.

Ya sé que no me quieres.
Que de aquel sentimiento del que tanto alardeabas
hoy sólo queda el eco vacío de todo lo que gritabas.
Un grito herido, por el abandono de tu voz.

Lo que aún no sé es cómo alejarme.
Cómo salir del recoveco de tu memoria,
de este desván dónde viniste a tirar todo aquello que decía «nosotros»
pero que ahora sólo es mío, porque sólo yo lo guardo como tesoro.

Lo que aún no entiendo es por qué me dejaste aquí,
a la sombra de tu recuerdo y a la merced de tu perfume,
torturado por el recuerdo de tus besos,
muerto de la ira por tu abandono, pero ansioso por tu regreso.

Ya sabes que no estás y lo que aún no comprendes,
es que, por ti, mi ser hace más allá de lo consiente
como hacer que un poema en verso empiece
y que su fin en prosa sea inminente.

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